EXORCISMOS, ¿QUÉ HAY DE CIERTO?


La noticia del Cardenal Rouco Varela nombrando a ocho nuevos exorcistas en España volvió a poner sobre la mesa el misterio de los exorcismos, muy popularizado con filmografías como “El exorcista”,  o la reciente “El rito”. Pero, ¿Es necesario este nombramiento? Antes vamos a realizar un recorrido por la historia de posesiones, demonios, además de los orígenes de los exorcismos, así como diferentes culturas religiosas que realizan estos ritos.
Con la creación de las sociedades religiosas, entiéndase por cristianismo, islamismo, judaísmo..., debía de existir  una entidad maléfica que actúe en contraposición de la voluntad de Dios. 
Jesús exorcizando.

Parece ser que el origen mitológico de estos, procede de  las relaciones de seres  no humanos con mujeres, procreando híbridos no humanos. Una traducción más precisa del Génesis 6:4 nos dice  que existían gigantes en la tierra.  Estos seres procreadores  vieron en las hijas de los humanos que les “venían bien”. (Génesis 6:2) con ello nacería el mito de los nefilim que fueron destruidos en el diluvio bíblico y cuyos espíritus sin cuerpos se convirtieron en demonios.  Unos seres que los consideraban como “ángeles caídos”, expulsados, que incluso les enseñaron a los humanos astronomía, astrología,…entre otras cosas. Y os pregunto: ¿Demonios, gigantes o seres venidos del espacio exterior que crearon su estirpe?
Incluso existe un versión pre-adánica, esta nos habla que, Adán, estando solo (no tenía todavía a Eva, ni conocía a Lilit), conoció a uno o varios ángeles, que se enamoraron de esta criatura predilecta de Dios, y sus descendientes fueron los demonios.
Otra versión, basándonos en la teología cristiana, al parecer, Dios había creado una serie coros de Ángeles, todos ellos puros y jamás inducían al mal ni por asomo.  Pero llegó un día que un grupo de ellos se dejaron tentar por el espíritu de la soberbia, se atrevieron a creerse tan grandes como su creador, y arrastraron en su crimen a los dos tercios del ejército de los Ángeles. Lucifer, el primero de los serafines y el más grande de los seres creados se había puesto a la cabeza de los rebeldes. Quiso reinar  en un trono tan elevado como el del creador. Dios envió contra el al arcángel San Miguel, con los Ángeles que permanecieron a la obediencia; una terrible batalla se dio en el cielo.  Vencido Lucifer, recibió de Dios el nombre de Satán el Diablo, y  fue precipitado a los Infiernos junto con los ángeles rebeldes, que se convirtieron en Demonios. Fue vencido y arrojado al abismo con todos los de su partido, condenado a estar 1000 años encadenado, pero  ¿han pasado ya los años indicados? Calculando los años de esta versión, ¿Está campando a sus anchas desde hace siglos? 
Lucifer, expulsado del reino de los cielos.

La  antigua civilización griega, pensaba  que los demonios son los espíritus sin cuerpos de personas fallecidas, especialmente aquellos que no fueron, lo que se dice, buenas personas en la vida.  La creencia popular era que las alteraciones mentales estaban originadas en causas sobrenaturales. Se consideraba que las personas que las sufrían estaban bajo la posesión de espíritus malignos personificados en las diosas Manía, diosa de la locura y Lisa, diosa de la ira. Manía y Lisa, ¿nos suena de algo familiar? ¿Nos dibujó Leonardo Da Vinci el retrato de un supuesto demonio  presentado como una composición de palabras, Mona Lisa, y de fondo el propio infierno?
La cultura oriental también tiene una explicación mitológica a estos seres, Según la leyenda china Gong Gong, es considerado el diablo, un cuerpo de serpiente con nueve cabezas,  se sintió avergonzado por haber perdido en la lucha por el trono del cielo, de la misma forma que en el Génesis.
Pese a todo tampoco los diferentes orígenes del demonio o diablo no nos explican el porqué de las supuestas posesiones en los cuerpos humanos. Si bien existen muchas referencias antiguas, ninguna es convincente desde el punto de vista histórico ni tampoco científico, ni, por supuesto, a nivel médico. Sin embargo han llegado a relacionar estas posesiones hasta con abducciones, el popular Carl Sagan ya hizo una referencia a estos extraños sucesos, señaló que la experiencia moderna de la abducción alienígena es notablemente similar a las historias comunes de posesión demoníaca a través de toda la historia. Dijo lo siguiente:” la mayoría de los elementos centrales de las narraciones de abducciones alienígenas están presentes, incluso de no humanos sexualmente obsesivos que viven en el cielo, caminan a través de paredes, se comunican telepáticamente, y llevan a cabo experimentos de reproducción de la especie humana”.  

Existen confusiones acerca de estas supuestas posesiones, miles de años antes de Cristo, las antiguas culturas hacían referencia a una sintomatología, la epilepsia. El diagnóstico y el tratamiento de la epilepsia así como la búsqueda del origen de este desorden, cada civilización y cultura realizaron diferentes interpretaciones relacionadas con la superstición, los poderes sobrenaturales o la posesión demoníaca.  Entre los muchos mitos y tópicos, uno predominó por encima de todas las teorías: la creencia en el demonio como poseedor de los enfermos epilépticos. Otras enfermedades que relacionaban con el maligno, dado que no encontraban en su momento el remedio idóneo eran aparte de la epilepsia,  la perturbación mental,  la neurosis,  incluso el sonambulismo...entre otras.
Unas  antiguas referencias de posesiones demoníacas datan de los sumerios, quienes creían que todas las enfermedades del cuerpo y de la mente eran causadas por “demonios de la enfermedad” llamados Giddim. El sacerdote que practicaba exorcismos se denominaba ashipu, este sacerdote determina que Dios o demonio estaba causando la enfermedad.
Continuando con otros ejemplos, en la cultura india, para los vedas en su Atharva-veda (Texto sagrado del hinduismo, 700 A. C.), el origen de las enfermedades se consideraba al igual que otras culturas, un castigo divino provocado por espíritus malignos, citando a algunos, Takman es el dios responsable de la fiebre. La manera de alejar estas enfermedades era mediante oraciones, conjuros y amuletos.
Muchas enfermedades son consideradas como un castigo en el que intervenía el mismísimo Diablo, y para ello era necesario la intervención, en los orígenes de la humanidad, de los chamanes, sacerdotes de cada tribu para apaciguar la ira de los demonios que atacaban el cuerpo del enfermo, siendo mediadores entre el bien y el mal. Quizá estamos ante los primeros exorcistas de la historia.
Se puede deducir que la posesión es tan antigua como el ser humano, así lo muestra la pintura mural de la cueva de Lascaux (Francia),  donde se representa un chamán  practicando un hechizo para la caza y lo importante de esta pintura para el caso es la “Posesión” del animal a través del uso de su cornamenta. Aunque queda entendido que el ritual es hacia la supervivencia, sí llama la atención la existencia en la mente primitiva de la posibilidad de posesión. Esto sucedía hacia el año 25.000 A. C.
Pero todo cobra fuerza especialmente con el cristianismo, en el siglo I ya se comienza a recomendar los pasos a seguir contra la lucha al maligno y sus huestes, así como opiniones de diversas personas autorizadas, citando por orden cronológico esas personas nos podemos encontrar a Minucio Félix (¿150-220? d.C.), abogado romano, comentaba que para que el demonio abandonara el cuerpo, se debía decir su nombre, Clemente de Alejandría (Siglo II) donde según sus palabras dice que el demonio habla a través del poseso, o Casiano (360-430), que ya recomendaba, no sin ciertas discrepancias en los diferentes concilios posteriormente (concilio de Orange y Elvira), recibir la Eucaristía como remedio contra la posesión. 

Estos pasos han ido evolucionando dentro de la liturgia apostólica romana, alcanzando un cénit con el libro publicado en 1486. El Malleus Maleficarum. Un manual contra la brujería, hechicería, y demonología así como los métodos a seguir en su detección y lucha. Fue  escrito por dos monjes inquisidores dominicos, Heinrich Kramer  y Jacob Sprenger. Incluso se creía que los animales eran objeto de posesión, especialmente durante la edad media,  donde cientos de gatos, cabras, lobos y otros animales fueron sacrificados debido a la creencia popular de que encarnaban o estaban poseídos por un demonio.
El aumento de la presión, poder y control religioso en Europa y en  gran parte de América, hizo necesario añadir en el año 1614 una nueva liturgia dentro de los misales para la lucha contra las posesiones de los malignos,  una sección en el Rituale Romano lleno de oraciones y bendiciones para tratar un caso de posesión, el ritual de exorcismo. Actualmente se sigue utilizando este método, pese a actualizar la sección en 1999 por el Cardenal  Jorge Medina, con el visto bueno del Papa Juan Pablo II.  El nuevo Ritual Romano ha sido objeto de duras críticas por elementos del Vaticano y exorcistas destacados como el conocido sacerdote Gabriele Amorth, hoy máxima autoridad en exorcismos. La iglesia católica sigue aceptando lo escrito por el Ritual Romano de 1614 acerca de los signos de la posesión diabólica: glosolalia, criptognosis, fuerza descomunal y aversión a lo religioso. En el nuevo ritual de exorcismos mencionado se acepta la realidad de la posesión diabólica pero atendiendo primero a los dictámenes médicos y psicológicos. El padre Gabriele  Amorth, denuncia a la iglesia por la inutilidad del nuevo manual  de exorcismos a seguir, lo considera una farsa, el demonio está contento y feliz por ese nuevo manual. 

Observando bien estas palabras es una acusación bastante dañina, según sus propias palabras en una entrevista concedida al periódico italiano “30 Días” en Junio del 2001 comenta lo siguiente: “… El punto 16 declara solemnemente, que no se deben de hacer exorcismos si no se tiene la certeza de la presencia del diablo. Esto es una obra maestra de incompetencia: la certeza de que el diablo está presente en una persona, se tiene sólo haciendo el exorcismo. Más aún, los redactores del Ritual no se dieron cuenta de que, en ambos puntos, contradicen el Catecismo de la Iglesia Católica, que indica que hay que hacer exorcismos, tanto en el caso de posesiones diabólicas, como en los casos de males causados por el demonio”. Y dice, además: “…que hay que hacerlo tanto, sobre las personas, como sobre las cosas. Y en las cosas nunca está presente el demonio, sólo su influencia. Las declaraciones contenidas en el nuevo Ritual son gravísimas y muy perjudiciales, fruto de la ignorancia e inexperiencia…” 
Grabiele Amorth,autoridad en exorcismos del vaticano
Aparte de esto también se quejó al Vaticano por elaborar el nuevo manual sin consultar a los exorcistas en funciones, o retirados, que son los que tienen la experiencia de vivirlos, posiblemente sea cierto, quién elaboró el nuevo Rituale Romano, no es ni hizo ni presenció exorcismo alguno.  Incluso insinúa que el demonio está dentro de la curia eclesiástica, infiltrado. ¿Por qué ignora el Vaticano a los que de verdad han vivido esta responsabilidad? ¿No creen en ellos? 

La Reforma protestante de Lutero aceptó las tesis sobre la brujería y la posesión diabólica. Lutero creía que sus enfermedades y sueños eran cosa del demonio. Las moscas que no lo dejaban leer y las ratas que perturbaban su sueño, eran demonios. Hablando de moscas, por si alguien no lo sabía, el nombre de Belcebú, deriva de Baal Zebub, una divinidad filistea, que  etimológicamente significa “señor de las moscas”. Este nombre junto a Lucifer y Satanás, forman la tríada más temida del panteón de los demonios. Si bien, en algunas culturas, piensan que todos son el mismo personaje.
Observamos a lo largo de la historia como ha crecido la mitología, leyenda acerca de los personajes del lado oscuro, la ignorancia la han atribuido a estos muchas enfermedades, o situaciones negativas en la vida.
Pero, ¿Hoy en día podemos considerar esto así? Hoy los modernos teólogos acusan de estas posesiones a las drogas, alcohol, jugar con la oui-ja, dedicarse a manejar y usar el ocultismo…nada o casi nada de esto  hay mención en anteriores tesis.
 Hasta el siglo XVI,  el asunto de la posesión diabólica estaba en manos de la teología, hasta que en 1541 la medicina comienza a desconfiar de la posesión diabólica. En 1787, en Lancaster, un médico aplicó unas terapias eléctricas a unas muchachas con convulsiones. En el hospital Charite de Berlín, se trató con opio a otras personas en 1801.
Jean-Martin Charcot.

Philippe Pinel (1745-1826) fue un médico francés dedicado al estudio y tratamiento de las enfermedades mentales, había dicho que la posesión y el exorcismo eran simples engaños y mentiras, otros médicos y estudiosos de estas patologías extrañas como Jean-Martín Charcot, en el siglo XIX, y su asistente Paul Richer, compararon los síntomas de la posesión diabólica con los de la histeria. Incluso Sigmund Freud (1856-1939) analizó un caso de posesión diabólica, indica que el diablo es el sustituto inconsciente de ciertos aspectos de la personalidad paterna que inspira.
Hoy en estos años, desde un punto de vista médico psiquiátrico, la posesión demoníaca se considera una  forma del trastorno disociativo,  antiguamente se conocido como histeria,  descrito en el DSM IV( manual de diagnóstico mental), como la existencia de dos o más identidades o personalidades en un individuo. Comúnmente, dentro de la medicina de salud mental se le denomina  “demoniomanía”,  que describe  la creencia del paciente de estar poseído por una divinidad o demonio, y de obrar bajo su control.
Sigmund Freud.

Pero en los últimos años, ha vuelto el interés al aumentar los casos de posesión, trance y al renacer, en los medios religiosos, la demonología, la causas: el auge del ocultismo, esoterismo.
El canónigo español Salvador Roca, exorcista de la Archidiócesis de Valencia, nos mencionó en una conversación mantenida hace unos años, falleció en el 2011, que unos de los grandes responsables de la plaga de posibles maleficios y posesiones es la magia africana, echadoras de cartas, y la utilización imprudente como un juego de niños la oui-ja,  “esto hace abrir una puerta a los demonios y entrar con nosotros”,  nos relató Salvador Roca. Entre otras denuncias: “las personas estamos usando demasiados rituales mágicos, sin conocer las consecuencias, tanto magia blanca como negra”. Para Salvador Roca el demonio está más presente que nunca, maneja a los gobernantes y engaña la juventud.
 Según el  popular padre Fortea, las causas de la posesión pueden ser múltiples: el pacto con el diablo, asistir a sesiones espiritistas o a cultos satánicos, que un hijo haya ofrecido por su madre a Satanás, un maleficio, una ouija, las prácticas esotéricas como la telequinesia, la levitación y la santería. ¿Tanto temen a otras creencias religiosas que no sean la católica? ¿Estamos los investigadores de lo oculto jugando con fuego?
Este mismo religioso está  acostumbrado a tratar con endemoniados que los puede distinguir por sus signos: ponerse furioso por una oración,  ante el agua bendita o el crucifijo; además de hablar o entender lenguas desconocidas, incluso lenguas muertas (idiomas desaparecidos), conocer cosas ocultas o distantes y mostrar fuerzas físicas más allá de la edad o condición. Hasta pueden vomitar clavos y llegar a levitar.
Estamos tan contaminados, según la iglesia, de mentiras y tentaciones, que no nos damos cuenta del triunfo del demonio sobre nosotros. Como curiosidad, queremos añadir para vuestro conocimiento que la mayor diócesis de Milán puso una línea telefónica para atender a las peticiones de exorcismo, y estas son cada vez son más numerosas. Según Monseñor Angelo Mascheroni, exorcista jefe de la diócesis desde 1995, son hoy dos veces más que hace unos años.
Eso sí, el servicio tiene horario a respetar: de 14:30 a 17:00 de lunes a viernes. Si tienes un serio problema a partir del viernes noche tendrás que  soportar al maligno hasta el lunes siguiente. Al llamar a ese número de teléfono te asignan a un cura o sacerdote más  cercano a tu casa que se desplazará y te realizará el servicio que vea necesario.  Eso sí, el servicio es gratuito, pero lógicamente se suele entregar una donación.
Si tenemos la mala suerte de toparnos o vernos envueltos con una supuesta posesión demoníaca, tras superar los exámenes clínicos, sólo un puñado de hombres en el mundo pueden ayudarte. Muy pocos están preparados realmente para ello, para ser un exorcista no basta con tener fe, ser sacerdote y leer oraciones, sino algo más, tener dotes de psicólogo, psiquiatra, muy espiritual, y sobre todo gran conocimiento humano. 

Eligiendo la liturgia del ritual de exorcismo, comienza con rezos, una bendición y rocío de agua bendita, se toma al poseído de las manos y se hace la señal de la cruz. La fórmula comienza con "Te ordeno a ti, Satán" y continúa denunciando a Satán como "el príncipe de este mundo" y "enemigo de la salvación humana". Finaliza con "Vete, Satán". Pero entre cada frase hay una historia. Y no sólo miraremos el ritual católico, sino otros que también luchan contra las fuerzas del mal.
Según la idea católica, por la necedad del hombre que, además de apartarse de Dios, se mete en los terrenos de Satanás, con prácticas hasta de satanismo con el afán de adquirir fama, dinero, éxito en los negocios y en el amor. Llegando incluso a hacer pactos con el diablo y venderle su alma. Realmente al diablo no le interesa posesionarse de un cuerpo, pues es espíritu puro, no necesita de cuerpo, pero este, el diablo, le toma la palabra a alguno con la finalidad de hacerse notar y provocar temor en ellos para que nunca se escapen. ¿Pero, una vez detectado un caso, que ocurre, que pasos se siguen?
Una vez descartada la terapia de psiquiatría, hablaremos después de sus opiniones, se puede considerar un posible caso de posesión, porque presenta signos claros según manuales de demonología: “En primer lugar no es la persona quien actúa, la cual mueve su cuerpo, hace y dice cosas fuera de lo natural, como hablar o entender uno o varios idiomas que la persona no conocen, desarrollar una fuerza que va más allá de su edad o constitución física, ver cosas a distancia, levitar y otras cosas más que salen de lo natural, y una aversión y rechazo a todo lo sagrado, por lo que no es la persona sino el diablo el que maneja el cuerpo…”, un análisis realizado por la curia católica.
El exorcista decidirá, con el visto bueno de sus superiores, si debe realizar un exorcismo mayor o solemne, o por el contrario, un exorcismo menor u oración de Liberación.
El Exorcismo Mayor o Solemne se realiza para liberar de alguna posesión diabólica, que efectivamente se dan, pero muy rara vez. Para ello se utiliza el “Rituale Romano”” y quien lo realiza debe respetar  las normas en cuanto al uso de ornamentos, signos sagrados y oraciones, entre las que destacan las imperativas, en las que se ordena a Satanás que, en nombre de Jesucristo, salga y deje en libertad a la persona poseída.  El exorcista, una vez consultados expertos en cosas espirituales y, en cuanto sea posible,  autoridades en ciencias médicas y psiquiátricas que tengan conocimiento a ser posible,  de cosas espirituales, juzgará prudentemente la necesidad de usar el rito del exorcismo Mayor,  siempre tras tener la certeza de que realmente se trata de una posesión diabólica y no de una histeria, trauma o enfermedad mental, guardando siempre el secreto de la confesión.  ¿Ocultan la verdad los médicos y psiquiatras de estos rituales?  ¿O es simplemente el temor de la iglesia de que la ciencia se ponga por encima de la fe?
Mientras que el exorcismo menor  se realiza para liberar de opresiones u obsesiones, maleficios o influencia diabólicas de personas o cosas. Se le llama también “Oración de Liberación” y consiste en oraciones de súplica o de intercesión en las que se pide que, por la sangre de Cristo, los méritos de la Virgen María o de los santos, sea liberada una persona, casa o cosa, previa renuncia a Satanás y de prácticas esotéricas, de adivinación,…etc. En algunas diócesis hay laicos que han sido preparados para el ministerio de liberación (no exorcismo) bajo la dirección de un sacerdote. El rito del exorcismo debe realizarse siempre bajo la norma y fe de la iglesia cuidando que  nadie lo pueda considerar u observar como una acción mágica o supersticiosa. Hay que cuidar que no sea un espectáculo para los presentes. Mientras se hace el exorcismo, de ninguna manera puede estar presente algún medio de comunicación, y también antes de hacer el exorcismo y una vez hecho, ni los exorcistas ni los demás presentes divulgaran la noticia del exorcismo, guardando la debida discreción. ¿Por qué nos ocultan la verdad? ¿Tienen ritos que pueden herir la sensibilidad humana? 

Estos son los pasos que suelen utilizar los exorcistas según nos informaron algunos seminaristas y religiosos de diferentes iglesias locales, casi ninguna ha variado en ningún paso, quizá alguno olvidó incluir algún rezo, o detalle que no nos quiso decir, pero aquí os mostramos lo habitual en el rito católico, pero ante de realizarlo hay una serie de preparativos, si es posible se harán los exorcismos en un oratorio o en otro lugar apropiado, separados de la gente, en privado, donde presida la imagen del crucificado. Hay que tener también en ese lugar una imagen de la Virgen María.  Teniendo en cuenta las circunstancias del atormentado y de otras cosas, hay que guardar  la estructura de la celebración.  El fiel atormentado debe, si le es posible,  antes del exorcismo, orar a Dios con algunas oraciones (un padrenuestro), hacer mortificaciones,  acercarse al sacramento de la penitencia,  también fortificarse con la sagrada Eucaristía. También le pueden ayudar con la oración, los amigos, los parientes, el confesor o el director espiritual, si estos están presentes, siempre con el visto bueno de la autoridad eclesiástica de su presencia en el ritual del exorcismo, estos previamente ya han guardado secreto de confesión tras su correspondiente autorización.
Estos son los pasos que siguen para un ritual de exorcismo católico:
-El rito empieza rociando con agua bendita,  como símbolo de purificación en el bautismo. Se puede bendecir el agua junto con la mezcla de sal.
-Siguen unas letanías, con la que se pide para el posible poseído, con la intercesión de todos los santos, la misericordia de Dios. 
-Después de la letanía, el exorcista puede recitar uno o varios salmos, que implorando la protección del Dios y alabando la victoria de Cristo sobre el Maligno. Los salmos se leen seguidos o de modo responsorial. Terminado el salmo, el exorcista puede añadir una oración sacada del salmo. 
-El siguiente paso se proclama el evangelio, como signo de la presencia de Cristo, que por medio de su propia palabra, pone remedio a las enfermedades de los hombres.
 -A continuación, el exorcista impone las manos sobre el atormentado, para lo que se invoca la fuerza del Espíritu Santo a fin de que el diablo salga de él, que por el Bautismo fue hecho templo de Dios. Al mismo tiempo puede también exhalar hacia la cara de atormentado.
 -Se recita el Credo o se renueva la promesa de fe del Bautismo con la renuncia a Satanás. Le sigue el Padre Nuestro, en el cual se le pide a Dios, como Padre nuestro, nos libre del Mal, esta parte se dice con fuerza desde el interior de nuestra fe.
- Acabado todo estos pasos, el exorcista enseña al atormentado la cruz, y hace la señal de la cruz sobre él, o bien sobre algunas partes del cuerpo, normalmente en la frente y las  manos
 -Después dice una oración de petición, por la que ruega a Dios y una oración imperativa por la que, en nombre de Cristo, se le manda claramente al diablo que deje al atormentado. No se debe usar la oración imperativa si antes no ha sido precedida por una oración de súplica. Pero se puede la oración de petición y no hacer la oración imperativa. 

 Todas las cosas dichas antes, cuando se necesiten, se pueden repetir, o en la misma celebración, según la necesidad del atormentado por el maligno, pueden repetirse tantas veces hasta la liberación del mismo. El rito, siempre concluye con un canto de acción de gracias, una oración y la bendición. Cuando el fiel quede liberado de la posesión, tanto sólo, como con los familiares que le acompañan, hagan acciones de gracias a Dios por la paz recibida
Estos son los pasos que sigue la iglesia católica, ¿Pero están todos o nos ocultan algo más? Lo dejamos a la opinión del lector, nosotros, AB&MP Investigaciones, creemos que en esta liturgia del exorcismos es tan sólo una parte, la que vemos a través de los medios comunicación, las partes que la iglesia nos permite que podamos ver y conocer, creemos que, de ser ciertos los casos de posesión demoníaca, debe haber un rito desconocido ante nuestros ojos. Otras culturas religiosas también tienen sus propios rituales, en el judaísmo, por ejemplo,  existían encantamientos para exorcizar demonios que se encuentran escritos en el Talmud. Estos encantamientos, a veces, estaban escritos en la superficie interior de platos de madera, quizá el rito más conocido concierne al dybbuk, un espíritu maligno  que toma posesión del alma de la víctima y le causa enfermedades mentales y un cambio de la personalidad peligroso en ocasiones. El dybbuk, tras el ritual exorcista que incluyen grandes cantos y alabanzas, es expulsado, según los rabinos, a través del dedo meñique del pie de la víctima. Expulsados  por un rabino que se ha formado en la cábala, recitando el Salmo 91 ante un círculo de personas que rodean al poseso.   
Exorcismo del culto africano.

En las religiones como la  umbanda, vudú, y otras  similares a las características de origen afroamericanas, también realizan sus propios exorcismos, pese a ser señalados estos cultos  por la iglesia católica como una de los máximas responsables de la presencia del maligno con sus extraños rituales.  Dichas ceremonias incluyen la oraciones, uso de diferentes aromas de incienso, también se les hace consumir ciertas sustancias  derivadas de plantas medicinales, rociar con agua bendita al poseído,….en algunas regiones han llegado, en las prácticas de estos cultos, a rodear al atormentado con un circulo de sal sobre el suelo, para evitar que accedan más demonios o por el contrario, si le expulsa quede encerrado dentro del círculo, hasta la intervención del sacerdote, que le dará la orden de irse a su lugar. Muchos detalles de sus liturgias, como es sabido, se han incorporado a lo largo de los años por la sincretización de estos cultos con la religión cristiana.
En la cultura islámica el procedimiento de exorcizar se conoce como ruqya. Los musulmanes creen en los conceptos malignos, además  tienen sus propios rituales, incluso su terapia de medicina alternativa conocida Al-Tibb al-Nabawi. Para ello la persona afectada debe creer firmemente en Allah, entre otras condiciones, debe ser con el discurso de Allah, sus nombres y atributos, o con el discurso de Su Mensajero, todo el ritual se realiza en árabe. También recomiendan no realizar el rito de la  Ruqyah en un estado de impureza mayor (yunub) o en un lugar que no está permitido llevar a cabo el ritual, es decir, como un cementerio, cuarto de baño,… etc. Aparte de respetar  las normas para este procedimiento, tras el ritual se deben leer una serie de  suras del Corán, todo bajo la vigilancia de expertos. 


Los budistas también tiene su misión de mantener alejados los malos espíritus y demonios, pero también puede uno hacerse un rito exorcista para sí mismo,  si bien pensamos que es una forma de cortar la negatividad en todos los aspectos, para ello debe esparcir humo aromático, especialmente en un lugar cerrado, puede ser su propio cuarto, tras leer unas frases de sutras (son discursos dados por Buda), escritos previamente sobre un papel,  al finalizar  se aplaude tres veces. Muchas veces el texto  se quema después y una pequeña parte de las cenizas se pone en un vaso para bebérselo a continuación. Las técnicas de exorcismo hindú no distan de la anterior, la budista,  hay algunos detalles que la diferencian, por ejemplo, soplar el humo del estiércol de vaca (recordemos que son sagradas),  apretar una piedra de sal entre los dedos, golpear a la víctima o jalarle del cabello, usar monedas de cobre como ofrenda, recitar oraciones o mantras y ofrecer regalos de dulces u otros presentes aciertas deidades.
La posesión demoníaca de individuos e incluso de objetos, ha sido aceptada por la Iglesia Ortodoxa; durante el Sacramento de Bautismo también se practica un exorcismo.  La iglesia ortodoxa también tiene sus métodos, no muy distantes de la apostólica romana, estos usan más cánticos durante el proceso, pero normalmente, se suele realizar en los monasterios. Todos los libros de oraciones ortodoxos incluyen las oraciones de exorcismo usadas por  los sacerdotes para luchar contra el poder del mal. El libro ortodoxo de oraciones (Eucologion) incluye tres oraciones de exorcismo por San Basilio y otras cuatro por San Juan Crisóstomo. En estas oraciones  se increpan a los demonios en el nombre de Dios para liberar a los poseídos de la cautividad de Satanás. Algunos pueden sanarse por la fe acompañada por el ayuno y la purificación. El exorcismo de poderes satánicos también es realizado por la iglesia ortodoxa en otros ritos, como por ejemplo en el del popularmente conocido “mal de ojo” (vaskania).   La vaskania es reconocida por la iglesia ortodoxa como los celos y envidia de algunas personas por cosas que ellos no poseen, como ser: la belleza,  la juventud, la valentía o cualquier otra bendición. Al parecer en el culto ortodoxo, tener envidia por estas razones naturales es cosa del demonio. 

En esta misma rama cristiana, la iglesia ortodoxa, existe también un rito secreto realizado por personas  para apartar el mal de ojo, rito que se inclina más a la magia que a una práctica cristiana. Aunque la Iglesia anima a orar y exorcizar el mal, rechaza las prácticas mágicas y sus ritos paganos en todas sus vertientes. Este rito hermético antes mencionado es descrito por muchos de la siguiente forma: “El exorcista (no es un sacerdote, sino una mujer muy mayor), prepara un frasco de aceite de oliva y un vaso pequeño de agua. Ella mete un dedo en el aceite, lo frota haciendo una señal de la cruz en la frente de la víctima y permite que  una gota caiga sobre el agua; ella repite el proceso,  haciendo una cruz nuevamente en la frente, otra en la barbilla y otras sobre ambas mejillas. Si el diablo está de hecho presente, las cuatro gotas de aceite que cayeron sobre el agua se unirán  para formar la figura del elipsoide de un ojo. El ritual requiere la lectura de oraciones y entonces se volverá a repetir el ritual de las cuatro señales de la cruz; hasta que las gotas de aceite no se unan en el agua, sino que se dispersarán."  
Observamos que las oraciones siempre están presentes en cualquier religión, pero la pregunta que podemos hacer es la siguiente, ¿Son realmente necesarias y efectivas? No todo es una camino de rosas para los atormentados por diferentes demonios, en ocasiones el resultado es un desastre tanto físico como psicológico, incluso para los familiares, pero también se han producido verdaderas tragedias, por citar ejemplos tenemos el trágico y conocido exorcismo de Annelisse Michel (la verdadera Emily Rose), estaba ella misma tan convencida de su posesión, que no cejaba en su empeño.

Annelisse Michel, su calvario.
 Se rompió las rodillas al estar obsesionada en hacer 600 genuflexiones al día y falleció tras realizarle tres sesiones de exorcismo, todas sin éxito.  Annelisse falleció tras los durísimos rituales, además de estar gravemente debilitada, acabando con muchas personas implicadas, entre ellos los padres y los propios exorcistas, en los juzgados por la muerte de la joven Annelisse, el veredicto médico fue que falleció por inanición, si la hubieran forzado a comer unos días antes estaría salvada, pero no pudo ser, estaban convencidos de su posesión tanto la víctima como su entorno. Otros rituales  más recientes sucedieron en Rumanía, una joven monja ortodoxa de 23 años, Irina Cornici, falleció en un ritual exorcista celebrado en un convento rumano por el pope Daniel Corogeanu, de 29 años, y cuatro religiosas más. La joven religiosa Irina  Cornici, fue encadenada a una cruz y le metieron una toalla en la boca. Pasó seis días sin agua ni comida. La toalla en la boca, explicando la razón a su uso, es porque tiraba espuma por la boca y rechazaba el agua bendita, así como la hostia consagrada. En la Edad Media, en diferentes conventos europeos se suscitaron episodios de histeria colectiva asociados a posesiones satánicas.  Uno de los más conocidos ocurrió en Cambrai, Francia, en 1491. Todo empezó con los gritos y las noches de insomnio de una monja del convento llamada Jeanne Potiére. Su actitud  afectó  de manera extraña a las compañeras de su orden. 
Éstas andaban semidesnudas, se trepaban a los árboles, se lanzaban por las ventanas y producían extraños sonidos propios de animales. Alarmadas por los hechos, las autoridades locales intentaron curarlas a través de tratamientos médicos, oraciones y exorcismos, pero ninguno de esos recursos surtió efecto.  Desde luego hay cientos de historias trágicas, en todos los sentidos, épocas, creencias y edades. Tras leer un poco de historia, algunos pasos de sus métodos,  nos preguntamos nuevamente  ¿Puede haber realmente posesiones diabólicas?
Los exorcismos siempre son noticia.
Empecemos por decir que este tema está hoy de última moda por diversas causas. El ocultismo, los progresos de la parapsicología, el interés por la brujería, el espiritismo,  los  llamados "platillos voladores", la moda de la astrología, la fascinación por las religiones y el misticismo oriental; la creencia en las predicciones por la lectura de las cartas y de las líneas de la mano, la magia en todas sus variedades, y, sobre todo, las experiencias psíquicas proporcionadas por la cultura de la droga, han ayudado a revivir aquella otra situación mucho más misteriosa y espectacular como es el demonismo o satanismo, y de ello, pensamos que se aprovecha la religión católica para difundir la noticia de esas atribuciones malignas al espíritu humano.
 Hay una serie de causas psico-sociales que llevan a sobreponer la creencia en Satanás a la creencia en Dios. Por citar un ejemplo, en la popular  película “El Exorcista" encontramos una expresión clave, dicha por la madre de la víctima: "No creo en Dios, pero creo en Satanás". Notemos que hay más emoción ante un supuesto poseído por el diablo, que ante un santo o un poseído por Dios. 
No es lo mismo diablo o Satanás que demonio. No hay posesiones del diablo o de Satanás, porque éste aparece claramente como una persona en los diferentes textos, pero veremos que sólo puede actuar desde fuera, nunca desde dentro; tampoco puede haber posesiones del demonio, porque también veremos que no es entendido propiamente como una persona, sino como la "animación" o personificación de una entidad neutra. Además, antropológicamente, no puede estar el hombre informado por otro espíritu distinto a su alma creada por Dios. El mejor resumen lo podemos entender expresado así: siguiendo los cuatro evangelios observamos que Jesús expulsó Demonios, no diablos; en cambio, Jesús fue tentado por el Diablo, no por el demonio. Además, veremos que para la forma de entender la palabra demonio, los judíos creían que Juan Bautista y Jesús estaban endemoniados. 

Los colegios de Psiquiatría no creen ni tampoco piensan que existen en estas cosas, siguen aferrándose en que son trastornos  de la personalidad, ataques graves de epilepsia, cuadros agudos de esquizofrenia, bipolaridad...entre otras enfermedades desconocidas como  es el síndrome de Ekbom (parasitosis delirante)  una enfermedad en la que el paciente tiene el delirio de estar infestado, el enfermo cree que insectos, piojos, gusanos, etc., viven o crecen, de alguna forma, en su piel y a veces en su cuerpo. El síndrome de Capgras hace creer al sujeto que un amigo o familiar ha sido sustituido por un doble exactamente igual. Como dato el equipo AB&MP Investigaciones, estuvo conversando con un médico psiquiatra, se mostró escéptico ante las posesiones diabólicas, incluso es uno de los que apoyan la expulsión del Colegio de Psiquiatras de España a aquellos que colaboren o participen en exorcismos de la iglesia, pues son incompatibles con la dignidad de la ciencia médica, piensa que no pueden estar para dictaminar si la posesión es de naturaleza científica o religiosa, lo único que consigue, es el ridículo y el montaje.
Este mismo facultativo nos contó que las alucinaciones visuales, conversaciones imaginarias, visiones de muertos, certeza de posesión, convencimiento de contacto directo con Dios, expresiones  de terror, retorcimientos espectaculares con el cuerpo que desembocan en crisis epilépticas y movimientos anormales de cara y boca (este gesto es la causa de lenguas extrañas, pues no puede hablar correctamente),… todo ello parecen los ingredientes de una película de terror de primera línea, pero pueden ser consecuencia de una enfermedad inmunológica. Esta  dolencia fue  descrita por un grupo de neurólogos  americanos, tras una investigación que empezó en 2005, ha quitado todo “misterio” a las posesiones, provocada por anticuerpos que atacan a proteínas situadas en la superficie de las neuronas y en sus puntos de conexión (sinapsis). La función de estas proteínas es crucial en el cuerpo humano, por ser encargadas de los circuitos del cerebro, la memoria y el aprendizaje, y la alteración, que provoca la retahíla de síntomas citados, puede ser tratada con inhibidores de los citados anticuerpos. De hecho, se curan el 80 por ciento de estos enfermos con el correcto tratamiento.  Además para su opinión, los exorcismos se hacen en las personas de fuerte fe religiosa, que funcionan como un efecto placebo: si crees que estás poseído (y que un exorcismo te curará), entonces, tal vez, sea efectivo el ritual. 

El cine y literatura ha contribuído a su leyenda.
La explicación a la fuerza física que demuestran los supuestos poseídos es debido a una razón: las personas cuando alcanzan un grado altísimo de excitación tienen mucha fuerza, sin importar la edad o sexo de la persona. La persona puede sufrir una crisis de personalidad que puede llegar a perder el conocimiento y olvidarse de todo, sufriendo una amnesia total y absoluta, el cuerpo sufre una tensión muscular dolorosa, con saltos muy bruscos, grita por ello, dejando los ojos en blanco.
Como podemos observar, también la ciencia médica no está tan convencida de las posesiones que nos venden las diferentes religiones y nos dan unas explicaciones médico-científicas.  No obstante, nos mantendremos en campo neutral, escuchamos a ambas partes, y todo lo dejamos a la creencia de nuestros lectores y seguidores, los ritos exorcistas son un tema incómodo tanto en un bando como otro debido a la publicidad fantasiosa que rodea el asunto y hace que muchos seamos escépticos mientras otros comienzan a rodearse de medallas religiosas, estampas y protecciones contra el maligno, a modo de conclusión, unos se aferran a su fe, con fuerza,  mientras  otros se aferran a la ciencia y sus progresos…



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